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A qué mujer no le gustaría tener un pecho turgente toda la vida, aun cuando la lactancia, pérdida o aumento de peso y envejecimiento dictan lo contrario…

Y es que, “con el tiempo, los tejidos conectivos del seno, que ayudan a mantener su forma, se van estirando y gradualmente empiezan a disminuir de volumen para dar paso a una mayor cantidad de grasa; adquieren una imagen de caída, como de “globo desinflado”,  describe Anne Taylo, presidenta de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos.

Aparte de  usar un brasier de la talla correcta, el aplicar esta crema casera todas las noches antes de dormir, favorece que tus senos se mantengan su belleza juvenil. ¡Toma nota!

  Tritura un pepino pequeño en la licuadora. Vierte una cucharada de mantequilla orgánica o crema de coco y una yema de huevo. Mezcla hasta formar una pasta y aplícala sobre tus pechos. Deja actuar por 30 minutos, y posteriormente lava con abundante agua fría.

Es importante que además de esta crema, evites fumar, ya que de acuerdo a una investigación de la Aesthetic Surgery Journal, éste es un factor de riesgo para la flacidez. 

Para los hombres resulta de gran importancia su virilidad. Tienen la idea de que un miembro grande ayuda a que su pareja disfrute en la intimidad.